Hay varios riesgos de usar una dirección IP pública en las empresas, incluyendo:

1. Exposición a amenazas de seguridad: una dirección IP pública puede ser fácilmente identificada y explotada por los hackers y otros actores malintencionados que buscan comprometer la seguridad de su empresa. Si se conoce la dirección IP pública de su empresa, puede ser más fácil para los atacantes encontrar vulnerabilidades en su red y lanzar ataques.

2. Acceso no autorizado: si los datos o sistemas de su empresa son accesibles a través de la dirección IP pública, cualquier persona con acceso a esa dirección IP puede intentar acceder a ellos. Esto puede incluir hackers, competidores comerciales o incluso empleados malintencionados.

3. Problemas de cumplimiento: dependiendo de la ubicación de su empresa y las regulaciones aplicables, puede haber requisitos específicos en cuanto a la privacidad y la seguridad de los datos. Si utiliza una dirección IP pública, es posible que no cumpla con estos requisitos y pueda enfrentar sanciones o multas.

4. Pérdida de confianza del cliente: si su empresa sufre una brecha de seguridad o un ataque debido al uso de una dirección IP pública, puede perder la confianza de sus clientes y su reputación puede verse afectada negativamente.

Para mitigar estos riesgos, se recomienda que las empresas utilicen una dirección IP privada y configuren una red privada virtual (VPN) para permitir el acceso remoto seguro a sus sistemas y datos. Una VPN cifra los datos y establece una conexión segura entre los dispositivos remotos y la red de la empresa, lo que reduce significativamente la exposición a los riesgos de seguridad.